¿Qué es un diamante creado en laboratorio?
Los diamantes de laboratorio han irrumpido fuerte en el mundo de la joyería en los últimos tiempos y se han convertido en una alternativa asequible al diamante natural por su similitud y calidad. Conocidos como diamantes creados en laboratorio o diamantes ecológicos, estos diamantes están hechos de carbono (al igual que su homólogo natural) y son física, química y ópticamente idénticos a los diamantes naturales.
En MIMÍKOKÓ, tanto Alejandro como Alberto somos gemólogos diplomados y hemos apostado por esta nueva tendencia de mercado para adaptarnos a esta nueva demanda.
¿Por qué debo elegir un diamante creado en laboratorio?
1. Alternativa sostenible
Son una alternativa responsable con el medio ambiente, ya que, al ser creado en laboratorio, no tiene el mismo impacto ni contaminación que su homólogo natural, siendo menos perjudicial para el planeta que el extraído de la tierra.
2. Valor
En caso de que dispongas de un presupuesto más ajustado, los diamantes creados son una alternativa asequible ya que pueden llegar a costar un 40% menos que la variedad natural con los mismos quilates, calidad, color y pureza, es decir, que por el mismo precio puedes obtener un diamante más grande y mejor. El precio se debe también a la escasez y rareza del diamante natural: al llevar millones de años su creación en el interior del manto de la Tierra y debido a su explotación y consumo en el mundo, su precio comparado con el creado en laboratorio es muy superior.
3. Calidad y belleza genuina: diamante natural vs diamante creado
Los diamantes creados en laboratorio se consideran diamantes reales y son química, física y visualmente idénticos. Incluso para expertos gemólogos como nosotros no podemos distinguirlo a simple vista, ya que se necesitan aparatos especializados en la detección de diamantes para su detección. Además, su composición química es prácticamente idéntica: ambos están hechos de carbono. Sin embargo, en este punto reside su única y pequeña diferencia: mientras que el diamante natural contiene en su estructura (además de carbono) una muy pequeña cantidad de nitrógeno, los diamantes creados carecen de este elemento químico.
Ambos diamantes presentan un color G, pureza VS2 y mismos quilates y talla. Al observarlos en persona, es casi imposible distinguirlos: uno es natural y el otro es creado en laboratorio. Además de la pequeña diferencia en cuanto a la composición química, el otro factor que los distingue es su origen: los diamantes de laboratorio están fabricados por la mano del hombre y cultivados en laboratorio, mientras que los naturales se forman dentro del manto de la Tierra.
¿Cómo se fabrica un diamante creado Lab Grown?
Cada diamante comienza su vida siendo una pequeña semilla de carbono. Luego se expone al calor y presión extremos e inicia un proceso químico de deposición de calor (conocido como CVD), para imitar el proceso de formación de un diamante. Luego crece dentro del laboratorio, generalmente entre 6 y 10 semanas, para finalmente tallarse y pulirse de la misma manera que los diamantes naturales.
¿Tienen la misma dureza un diamante natural y uno creado?
Sí. Ambos presentan una dureza de 10 (la más alta) en la escala de Mohs, que es la escala utilizada en gemología para evaluar e identificar la dureza de una gema. Por lo tanto, son diamantes para toda la vida.
¿Se certifican los diamantes creados en laboratorio?
Sí. El certificado del diamante es un documento en el que se especifican las 4 c’s del diamante (color, pureza, talla y quilates) y se evalúa en razón de la calidad del diamante. Dado que los diamantes creados son 100% diamantes reales, en MIMÍKOKÓ somos gemólogos y todos nuestros diamantes creados van acompañados de un certificado de calidad tras haber pasado un exhaustivo análisis gemológico con un equipo técnico especializado.
¿Qué tipo de diamantes debería comprar?
La ciencia ha hecho posible hoy en día crear diamantes tan bonitos y con la misma calidad por mucho menos dinero que el diamante natural. Son tan parecidos que nadie podrá distinguirlos a simple vista. La elección entre uno u otro es meramente personal y lo que deberías preguntarte es cuál de ellos cubre tus necesidades: unos prefieren el diamante natural por el complejo proceso que experimenta durante su formación y por el hecho de poseer la piedra preciosa más preciada y otros se decantan por el diamante creado gracias al ingenio del ser humano y además contribuir con el medio ambiente.
En MIMÍKOKÓ disponemos de un catálogo de joyas con diamantes naturales y otro con diamantes creados para que elijas el diamante que estás buscando.